Escuela Oregoniana de Lenguas Maternas
Programa de enriquecimiento cultural lingüístico por medio de las lenguas maternas
Definición
Es un proyecto educativo oregoniano de ámbito universal que se enfoca en crear un espacio de encuentro entre gente que habla y enseña una lengua materna a personas con interés en aprenderla y prepararse para una sociedad multilingüe.
Visión
Las lenguas maternas son parte de la preparación para un futuro donde la tecnología permite a nuestros hijos expresarse y entender cualquier idioma, y donde el multilingüismo es sinónimo de excelencia.
Esta iniciativa se lleva a cabo a través de la creación de talleres de enseñanza popular en los diferentes puntos del estado, donde la comunidad misma manifiesta su interés por aprender la lengua materna.
Contamos con el interés y la colaboración de instituciones escolares, comunitarias, religiosas y culturales representativas de la gran diversidad demográfica, étnica y cultural de Oregón.
Contamos con el rico archivo multilingüe elaborado mediante la recolección de historias orales que los abuelos y abuelas de diferentes pueblos han rescatado a través del tiempo, con la colaboración de humanistas hermanados con las antiguas culturas americanas.
La enseñanza básica de lenguas maternas y la lectura de la antigua palabra en diferentes comunidades, especialmente su generación joven fecunda un contacto: El encuentro entre los abuelos, las abuelas y sus jóvenes.
En resumen, este proyecto oregoniano es un espacio de encuentro lingüístico y cultural entre las antiguas generaciones y las nuevas.
La Escuela Oregoniana de Lenguas Maternas logra así extender el valor lingüístico y cultural de las lenguas maternas, promover el multilingüismo y completar la formación y la identidad de generaciones venideras.
Modelos y método educativo
Competencia comunicativa
Los hablantes de una lengua han de poseer algo más que la mera competencia gramatical para poder comunicarse eficazmente: también necesitan conocer cómo usan el lenguaje los miembros de una comunidad lingüística. La competencia comunicativa implica tanto el conocimiento de la lengua como la habilidad para usarla en de manera apropiada en diversas situaciones. Esta pedagogía lingüística tiene como objetivo principal la destreza comunicativa antes que el dominio de las estructuras y valora más la fluidez que la corrección gramática.
El método de enseñanza situacional
Este método es resultado de la evolución del enfoque oral; se basa en procedimientos orales y emplea diversos contextos situacionales para presentar las nuevas palabras y estructuras lingüísticas. El enfoque situacional simula el uso cotidiano de la lengua en diferentes contextos sociales con los que los estudiantes puedan relacionarse. La actividad principal del aula se basa en la práctica oral de las estructuras.
La enseñanza situacional de la lengua adopta un enfoque deductivo en la enseñanza de la gramática. En consecuencia se espera que el significado de las palabras o de las estructuras sea deducido por el alumno a partir de la situación en la que se presentan.
En cuanto a la práctica de aula, este método propone una metodología de aprendizaje basada en la creación de situaciones de uso en la clase con la ayuda de objetos, imágenes, acciones, gestos y diálogos que permitan entender, de forma activa y personal, el significado de los nuevos elementos.
Aspectos fundamentales:
- Los materiales se presentan y enseñan oralmente antes que en forma escrita.
- Se utiliza la lengua que se aprende como lengua de expresión en el aula.
- Los nuevos elementos y estructuras lingüísticos se introducen y se practican a través de situaciones.
- La lectura y la escritura se introducen una vez que se ha establecido una suficiente base léxica.
Este modelo didáctico pretende capacitar al alumno para una comunicación real con otros hablantes de la lengua. Con este propósito, en el proceso instructivo a menudo se emplean materiales auténticos y se realizan actividades que procuran imitar la realidad de fuera del aula.
La comunicación no es un mero producto, sino un proceso que se lleva a cabo con un propósito concreto, entre unos interlocutores concretos, en una situación concreta. Por consiguiente, no basta con que los alumnos asimilen un cúmulo de datos (vocabulario, reglas, funciones…) es imprescindible, además, que aprendan a utilizar esos conocimientos para negociar su significado con otros hablantes. Para ello deben participan en tareas reales, en las que la lengua sea un medio para alcanzar un fin, no un fin en sí misma.
Para garantizar una comunicación real, las tareas se rigen por estos tres principios:
- Vacío de información: Entre los interlocutores existe una necesidad real de comunicación, puesto que cada uno tiene que averiguar algo que sólo su compañero sabe, y si no lo averigua, no podrá realizar su propia tarea.
- Libertad de expresión: El hablante decide el contenido (qué va a decir), la forma (cómo va a decirlo), el tono, el momento, el medio de comunicación, etc.
- Retroalimentación: Las reacciones verbales y no verbales de su interlocutor le indican al alumno en qué medida está alcanzando su objetivo en la conversación.
En síntesis, el aprendizaje de la adecuada competencia comunicativa de una lengua, a cualquier nivel, mediante el método de enseñanza situacional, facilita también el uso crítico y creativo de la lengua que se aprende.
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